Argelia es un país cuya economía mono producto se basa en el sector de hidrocarburos. Debido a la producción de energía, una cierta estabilidad política y a la proximidad geográfica con Europa, Argelia se ha convertido en un mercado de creciente atractivo para las empresas extranjeras. Aunque todavía mantiene ciertas incertidumbres económicas (un elevado nivel de paro, un sistema bancario ineficiente y un fuerte proteccionismo) a consecuencia de la elevada intervención del Estado, la economía es menos competitiva y abierta al exterior como sus vecinos Marruecos y Túnez. No obstante, se está produciendo una progresiva liberalización que culminará en 2017 cuando el Acuerdo de Libre Comercio con la UE sea totalmente efectivo.
Para las empresas extranjeras las oportunidades de negocio se centran fundamentalmente en los sectores de infraestructuras, maquinaria y alimentación.
Francia tiene un papel preponderante que la sitúa en una posición ventajosa con respecto a Italia, Alemania y España, debido al idioma y a la importancia de su cultura.
Para el exportador español es importante saber que puede utilizar agentes, distribuidores y socios para crear empresas conjuntas para introducir sus productos en Argelia. Es muy importante que las empresas españolas que decidan exportar a Argelia o establecer allí cualquier tipo de negocio, tengan presente que existen leyes comerciales y todo tipo de regulaciones que pueden ser bastante complejas.
El gobierno argelino concede incentivos a la inversión bajo la forma de exoneración o reducción de tipos impositivos de determinados impuestos y de ventajas complementarias para las inversiones ubicadas en zonas francas.
En caso de proyectos de inversión de gran envergadura, el promotor puede negociar una serie de ventajas más específicas y favorables directamente con el gobierno argelino a través de la Agencia de Promoción y Apoyo a las Inversiones.
Los exportadores españoles que deseen establecer relaciones con ese país deben tener en cuenta que la calidad del servicio se valora cada vez más, el precio y las condiciones de pago son dos aspectos esenciales en la negociación. Si no se está en condiciones de ofrecer la oferta económica más competitiva será difícil tener éxito.
Una vez que se ha conseguido el acuerdo, es necesario estar muy pendiente de la operación y reconfirmar todos los aspectos. De esta forma se mantendrá un contacto continuado con el cliente, lo cual facilitará nuevas operaciones.
Foto por Nicolas Raimond / Bajo licencia CCO sin cambios realizados